En general, el mucocele no afecta de manera grave a la salud. Pero puede causar molestias y afectar a la calidad de vida de la persona.
El mucocele, también denominado quiste mucoso, es una lesión que se forma en la cavidad oral, normalmente, a consecuencia de la acumulación de saliva bajo la mucosa. Suele aparecer el bulto o quiste en la zona interna del labio inferior.
Cuando algún conducto salival se daña o se bloquea, impidiendo que fluya la saliva de forma normal hacia la boca, la saliva se acumula en el conducto bloqueado y forma un quiste.
Las causas más comunes de que se bloquee un conducto salival puede ser un traumatismo por auto mordedura o mordedura de objetos (como un bolígrafo, por ejemplo), por utilización de aparatología de ortodoncia inadecuada o el uso de piercings, entre otras.
Síntomas del mucocele
El mucocele no suele producir síntomas, pero se manifiesta por la presencia de un bulto inofensivo blando y translúcido o azulado con líquido en el interior del labio, mejilla, lengua o paladar.
En algunas ocasiones puede producir molestias, irritación y sensación de hinchazón y, a consecuencia de estos síntomas, provocar dificultades para tragar o hablar. En otras, puede llegar a romperse liberando el líquido que contiene, generando un sabor desagradable.
Tratamiento del mucocele
El mucocele es una lesión que suele desaparecer por sí sola en un par de semanas. En casos en que sea grande o molesto, el especialista puede recomendar drenar el líquido acumulado en su interior mediante punción. Y, si persiste durante meses, es recurrente o doloroso, afectando a la calidad de vida del paciente, se puede realizar una extirpación quirúrgica. También puede realizarse la intervención mediante láser dental, crioterapia (congelación) o inyectando corticosteroides.
También pueden ser recetados medicamentos en casos de dolor.
¿Cómo es la cirugía del mucocele?
La cirugía de mucocele se realiza bajo anestesia local en una única sesión de alrededor de treinta minutos. Es una intervención sencilla en la que, después de aplicar la anestesia, se realiza una pequeña incisión para extirpar la superficie externa del quiste y, en ocasiones, el saco completo, con cuidado de no dañar tejidos circundantes. Por último, se cierra la incisión con suturas absorbibles generalmente, aunque dependerá de la ubicación y el tamaño de la incisión.
A menudo se analiza la muestra recogida para confirmar el diagnóstico.
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