La cardiopatía es una enfermedad progresiva del miocardio o músculo cardíaco. Se produce por un estrechamiento de los pequeños vasos que suministran la sangre y el oxígeno al corazón. El músculo cardíaco se debilita y es incapaz de bombear sangre de manera adecuada al resto del cuerpo. Entre las causas que pueden originar una cardiopatía están una mala alimentación, obesidad, estrés o falta de actividad física, entre otras.
Existen diferentes tipos de cardiopatías:
- Cardiopatía congénita: cuando su origen se produce en el desarrollo fetal.
- Cardiopatía isquémica: cuando afecta a las arterias coronarias que tienen a su cargo la irrigación del miocardio (tejido muscular que forma parte del corazón) lo que se traduce en una disminución del flujo sanguíneo y por lo tanto de oxígeno.
- Cardiopatía hipertensiva: se produce una hipertrofia de las células del corazón por estar sometidas a tensiones arteriales elevadas.
- Miocardiopatías o afecciones del miocardio y valvulopatías o problemas con las válvulas cardiacas.
- Otras cardiopatías pueden ser la angina de pecho, el infarto de miocardio y la insuficiencia mitral.
Cardiopatías congénitas
La cardiopatía congénita es una anomalía en la estructura del corazón o de los grandes vasos y es consecuencia de las alteraciones del desarrollo embrionario del corazón, aproximadamente entre la 3ª y 10ª semana de gestación. Aunque el origen no está claro, se pueden considerar causas genéticas, factores ambientales y la asociación de ambos.
Algunas cardiopatías se pueden manifestar meses e incluso años más tarde del nacimiento.
Según estudios se podría relacionar estos trastornos cardiológicos con enfermedades de muerte súbita.
Algunos defectos congénitos del corazón pueden ser leves y apenas suponer riesgo para la salud del niño, pero otros pueden requerir una cirugía inmediata.
Las cardiopatías congénitas pueden ser:
- Orificios en el corazón
- Obstrucciones del flujo sanguíneo
- Vasos sanguíneos anormales
- Anomalías de la válvula cardiaca
- Anormal desarrollo del corazón
- Combinación de los defectos anteriores
Cuál es la cardiopatía más común en adultos
Debido al envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida, nuestro organismo se va debilitando. No solo los músculos y los huesos sufren las consecuencias del paso del tiempo, también el corazón y las arterias se ven afectadas por la edad y hace que aumenten las enfermedades cardiovasculares. Las más frecuentes son:
- Cardiopatía coronaria: afecta a los vasos sanguíneos del corazón que ven disminuido el flujo de sangre y puede causar el infarto agudo de miocardio y la angina de pecho.
- Enfermedad cerebrovascular: las venas y arterias del cerebro no circulan de manera correcta pudiendo producir un ICTUS, problemas de visión o descoordinación en los movimientos. Afecta más a mujeres que a hombres.
- Hipertensión arterial: provoca que las paredes de las arterias se hagan más gruesas, dificultando el paso de la sangre. No suele presentar síntomas claros, de ahí la importancia de llevar un control exhaustivo y periódico de la tensión arterial en mayores.
Factores de riesgo de la cardiopatía y cuáles podemos evitar
Los factores de riesgo hacen que se aumente la probabilidad de contraer una enfermedad y, en el caso de las cardiopatías, algunos son inevitables, como:
- Edad: a más edad más riesgo de padecer cardiopatía.
- Sexo: afecta más a hombres que a mujeres. Después de la menopausia el porcentaje se acerca al de los hombres.
- Genética: aumenta si hay antecedentes familiares.
- Raza: hay más riesgo de problemas de corazón en los afroamericanos, mexicoamericanos, americanos nativos, hawaianos y asiacoamericanos.
Pero, también, hay una serie de factores de riesgo que se pueden modificar para favorecer la calidad de vida y disminuir la aparición de problemas de corazón como:
- Abandonar el hábito del tabaco
- Limitar el consumo de alcohol
- Control del colesterol con medicación y ejercicio físico
- Control de la tensión arterial con medicación, ejercicio físico y dieta
- Control de la diabetes
- Mantener una actividad física de unos 30 minutos al día
- Control del peso
- Buen control del estrés y la ansiedad
- Buenos hábitos alimenticios, limitando el uso de la sal y aumentando la ingesta de frutas y verduras
- Huir de los alimentos con grasas saturadas
- Evitar los fritos y alimentos procesados
- Elegir productos lácteos y derivados bajos en grasa
- Escoger proteína magra como pollo, pavo, pescado y legumbres