Llamamos sofocos nocturnos a la repentina sensación de calor en la parte superior del cuerpo siendo más intensa en cara, cuello y pecho. También puede causar sudoración y que la piel se enrojezca.
Cuando se pierde demasiado calor corporal pueden aparecer después escalofríos.
Su aparición es nocturna y puede interrumpir el sueño y causar alteraciones del mismo a largo plazo así como afectar a las actividades diarias y a la calidad de vida.
En la mayoría de los casos se deben a la menopausia.
Causas de los sofocos nocturnos
El 34% de la población adulta padece sudores nocturnos y aunque la causa más común es la menopausia puede estar también relacionada con algo más serio entre los que destacan:
- Ansiedad o estrés: La persona se despierta con sudores nocturnos asociada a otros síntomas como taquicardia y sensación de malestar
- Diabetes: común en las personas insulinodependientes que pueden tener hipoglucemias nocturnas por falta de glucosa. También sienten mareo, náuseas, y palpitaciones.
- Apnea del sueño: al sufrir una disminución de la oxigenación de la sangre durante la noche se activa el sistema nervioso central provocando sudoración nocturna.
- Ambientes calientes: la temperatura corporal se eleva y la sudoración aparece como mecanismo de enfriamiento del cuerpo.
- Menopausia: por las alteraciones de las hormonas femeninas se produce una aumento de la temperatura corporal provocando calor y sudoración.
- Consumo de alimentos termogénicos: como la pimienta, jenjibre, alcohol o cafeína estimulan al cerebro que regula la temperatura corporal y acelera el metabolismo haciendo que el cuerpo genere más calor y aumentando la sudoración nocturna
- Hipertiroidismo: por el desajuste de la glándula tiroidea hace que se produzca cantidades excesivas de esta hormona tiroidea pudiendo aumentar la producción de sudor nocturno, síntoma típico de esta enfermedad
- Infecciones: bien agudas o crónicas pueden aumentar la sudoración nocturna como el VIH, endocarditis, tuberculosis.
- Uso de medicamentos: algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios relacionados con la sudoración nocturna
- Enfermedades como en los tumores neuroendocrinos o enfermedades neurológicas como esclerosis múltiple, parkinson o alzheimer
Los sofocos nocturnos y la menopausia
Es uno de los síntomas más frecuentes de la menopausia provocada por un aumento del flujo sanguíneo de la piel del cuello,cara y tórax acompañado de sudoración y palpitaciones. Su origen se debe a la disminución de progesterona y estrógenos alterando el funcionamiento normal del centro termorregulador del cuerpo localizado en el hipotálamo.
Los sofocos son igual que los diurnos con la diferencia de que despiertan a la mujer y pueden alterar el sueño.
Su duración es breve de apenas unos segundos y su frecuencia a lo largo del día es variable siendo muy habitual por la noche.
Los sofocos nocturnos aparecen en el 80% de las mujeres y un 20% lo sufrirán durante más de 5 años.
Los sofocos nocturnos y la ansiedad
Algunos trastornos psicológicos como la ansiedad pueden provocar sudoración y esto genera más ansiedad interfiriendo en la vida diaria generando así un círculo vicioso. Durante la noche puede suceder sin un desencadenante aparente y despertar a la persona del sueño.
Los sudores nocturnos pueden presentar variaciones en cuanto a la intensidad e ir de leves a moderados y graves. En ocasiones los episodios comienzan de manera imprevisible generando más angustia y estrés a quien los padece.
Otra causa de sudoración es la ansiedad que provocan las pesadillas, el miedo que se experimenta durante este tipo de sueños activa la respuesta del sistema nervioso.
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