La anosmia es la pérdida total del sentido del olfato. Cuando esta pérdida es unilateral, puede pasar desapercibida y, cuando es parcial, se conoce como hiposmia. Casi todos los pacientes con anosmia perciben alimentos dulces, salados, ácidos y amargos, pero no pueden discriminar de qué sabor se trata, por lo que, también refieren pérdida del gusto.
El sentido del olfato permite estar informado acerca del entorno que nos rodea, no sólo para percibir los aromas de los alimentos, bebidas o perfumes, sino que también nos previenen de peligros y riesgos como incendios, escapes de gas, humo o de los olores personales que indican falta de higiene personal.
Según los expertos, se calcula que el 5% de la población sufre de anosmia. Entre las causas más comunes se encuentran:
- Congestión nasal por un resfriado o catarro, es una causa parcial o temporal
- Rinitis alérgica
- Después de una infección viral
- Pólipos o fractura nasal
- Deficiencias nutricionales
- Fumar
- Tumores nasales o cerebrales
- Envejecimiento a partir de los 60 años, en esta edad es muy común la pérdida o disminución del olfato
- Lesiones cerebrales como aneurismas, alzhéimer, esclerosis múltiple, Parkinson o esquizofrenia, entre otras
- Traumatismos cerebrales
- Consumo de ciertos medicamentos como algunos antibióticos, antihistamínicos o antihipertensivos
- Tratamientos de radioterapia en zonas de la cabeza o cara
- En la actualidad, se ha visto una relación con el proceso infeccioso por coronavirus (COVID-19) en la que muchos de los pacientes refieren una pérdida de olfato
¿Qué pasa cuando se pierde el olfato?
La nariz y un área de la parte superior de la garganta tienen células especiales que contienen unos receptores para los olores que, una vez detectados, se envía una señal al cerebro que identifica ese olor específico. Si hay algún problema durante ese proceso, la capacidad de percibir los olores se verá seriamente afectada, aunque la pérdida de olfato no es grave pero sí un signo de lesión del sistema nervioso.
Cuando una persona refiere pérdida del olfato, también asocian la pérdida del gusto debido a que los sabores se perciben principalmente por el olfato. Esto incide considerablemente en el desarrollo de la vida diaria y, en especial, en el proceso del apetito. La persona afectada ve reducida su calidad de vida y provoca una importante afectación psicológica, induce a la malnutrición, incide en el comportamiento sexual de la pareja, en la disminución de oportunidades laborales, relaciones sociales, o incluso, en la correcta higiene personal.
Además, la pérdida de olfato puede ponernos en peligro frente a incendios, escapes de gas, alimentos o bebidas en mal estado, escapes de gases tóxicos u otros olores sospechosos que puedan avisar de algún riesgo.
Hay muchas profesiones que se basan en el sentido del olfato y dependen de este sentido poder realizar su trabajo con éxito; como son los cocineros, bomberos, perfumistas, responsables de seguridad, etc.
¿Cómo hacer para recuperar el sentido del olfato?
Una vez se diagnostica la pérdida de olfato a través de exploraciones de las fosas nasales, pruebas de radiodiagnóstico, exploraciones neurológicas y test de reconocimiento de sustancias, se inicia el tratamiento dependiendo de la causa. Podemos diferenciar:
- Tratamiento convencional:
- Resfriado gripe o proceso catarral, se debe esperar a que remita solo en unos días
- Tabaco, al dejar de fumar se verá una mejora ostensible
- Medicación, se intentará cambiar la medicación o, en su defecto, suspender o esperar a finalizar el tratamiento
- Cirugía, en el caso de que la causas sean pólipos o tumores
- Aporte de zinc en el caso de objetivar su carencia
- Tratamiento complementario:
- Dietético, como aumentar la ingesta de alimentos ricos en zinc o antioxidantes, entre otros
- Tratamiento psicológico, a través de técnicas que permitan al paciente a una mejor adaptación al medio y, en especial, a los casos que pueden resultar peligrosos. Ayudará a incrementar la autoestima y la seguridad en uno mismo al garantizar, a su vez, la seguridad en el hogar por medio de detectores de humo, señales de fugas de gas, etc.