La rotura de ligamentos es la discontinuidad total del tejido. El ligamento es una estructura de tejido blando que proporciona estabilidad a la articulación y, por lo tanto, es un nexo de unión entre dos huesos. La rotura de ligamentos es una de las lesiones más habituales en la práctica de deportes, pero también se puede producir por un golpe, una caída, un giro brusco de la articulación o un accidente.
La rotura de ligamentos se puede producir en el tobillo, mano, clavícula, codo, hombro y rodilla, siendo esta última la lesión más habitual, debido a que la rodilla es la articulación más grande del cuerpo y una de las más complejas, ya que soporta la mayor parte de nuestro peso. Puede ser parcial o completa y, el tratamiento, puede ser conservador o quirúrgico, dependiendo de los síntomas. Tras realizar un diagnóstico definitivo y el alcance de la lesión por medio de diferentes pruebas radiológicas, se decidirá el tratamiento definitivo.
En el caso de lesiones leves como esguinces o desgarros, se puede iniciar un programa de rehabilitación. Pero, cuando la lesión es una rotura, se debe intervenir quirúrgicamente para reconstruir el ligamento roto e iniciar tratamiento con el fisioterapeuta lo antes posible.
Por ejemplo, cuando la rotura es de uno de los ligamentos de la rodilla (2 laterales: externo e izquierdo y 2 cruzados: anterior y posterior) se puede aplicar hielo para calmar el dolor y bajar la inflamación durante las primeras 72 horas, 4 o 5 veces al día. También se debe permanecer con la pierna elevada para mantener el reposo y favorecer la circulación sanguínea. Se puede utilizar una rodillera o un vendaje compresivo para fijar la estabilidad y tomar analgésicos para el dolor.
Complicaciones del ligamento roto
Cuando se rompe un ligamento, la técnica para tratarlo más habitual es la intervención quirúrgica, que después requerirá un periodo de recuperación con fisioterapia y una vigilancia ante las posibles complicaciones que puedan aparecer y que hay que prevenir.
En el caso de la rodilla, se debe comenzar lo antes posible con un plan de rehabilitación preoperatoria supervisada por el fisioterapeuta, con el fin de tonificar la musculatura del aparato extensor de la rodilla a la vez que reequilibramos y recentramos la articulación.
La rotura del ligamento cruzado anterior es una de las más frecuentes en nuestra sociedad, por el aumento de las actividades deportivas. El tratamiento consiste en la reconstrucción o ligamentoplastia a través de una intervención quirúrgica pero, como con cualquier cirugía, pueden surgir complicaciones como, por ejemplo:
- Hematomas tras la cirugía: es la complicación más frecuente por lo que la sangre acumulada o hematoma en la rodilla genera dolor y limitación de la movilidad. Se resuelve punzando y extrayendo la sangre de la zona afectada.
- Infección: es menos frecuente y produce inflamación, aumento del líquido articular e incluso fiebre, siendo necesaria la limpieza de la articulación a través de una artroscopia o cirugía.
- Rigidez de la articulación: se produce debido a la cicatriz en la parte interna de la rodilla que impide su correcta movilidad. El tratamiento es rehabilitador o cirugía para limpiar todas las cicatrices internas.
- Otras complicaciones a largo plazo: lesiones sobre las ya existentes, muy habitual en deportistas. Complicaciones con los materiales empleados en la cirugía para la reconstrucción del ligamento y que pueden producir una protusión. O, también, la aparición de artrosis.
¿Cuánto dura la recuperación de una rotura de ligamentos?
El tiempo de recuperación de una rotura de ligamentos depende de donde se localiza la lesión.
- Rodilla: la recuperación suele ser de entre 4 y 6 meses aproximadamente a partir de la intervención quirúrgica.
- Tobillo: el tiempo de recuperación ronda entre los 5 días en los casos leves, a las 8 semanas en el caso de rotura completa de uno o más ligamentos
- Muñeca: puede tardar en recuperarse unas 6 u 8 semanas pero, para la recuperación completa de movimientos y de fuerza, puede llegar a tardar varios meses.
- Codo: durante las primeras 4 o 6 semanas, el codo debe permanecer en reposo con una férula, en la mayoría de los casos hasta la semana 12 de la intervención no será posible el uso del codo y, la recuperación completa, puede llegar a durar un año.
- Hombro: el periodo de recuperación del hombro es variable según la edad, la actividad física o el tipo de lesión. Se debe dejar el hombro en reposo con un cabestrillo e ir recuperando la movilidad en las siguientes 4 o 6 semanas. Después, otras 6 semanas de rehabilitación para ganar fuerza y potencia no solo en el hombro sino en toda la extremidad.
- Clavícula: se debe mantener en reposo la extremidad con un cabestrillo durante 3 o 4 semanas aproximadamente y, posteriormente, otro mes de rehabilitación.