La enfermedad de Sudeck es un síndrome poco común de dolor regional complejo que suele desarrollarse después de una cirugía, una lesión, un accidente cerebrovascular o un ataque cardiaco. La intensidad del dolor que causa no guarda relación con la lesión, siendo esta desproporcionada. Suele afectar a las extremidades distales como pies, piernas, brazos y manos. El dolor se caracteriza por ser tipo quemazón. Hay cambios en la temperatura y coloración de la piel, alteraciones de la sudoración, gran inflamación y edema.
Pueden ser de dos tipos:
- Que aparezca después de una lesión o enfermedad que no haya dañado a ningún nervio de la zona afectada.
- Que se produzca después de sufrir una lesión nerviosa definida.
¿Se puede llegar a curar el síndrome de Sudeck?
Se trata de una patología crónica de causas desconocidas y de difícil tratamiento por lo que, cobra especial importancia hacer un diagnóstico precoz, específico y resolutivo para evitar la aparición de complicaciones. En muchos casos, el diagnóstico es complicado por tratarse de una enfermedad que permanece oculta. Con mucha paciencia y siguiendo las pautas recomendadas por varios profesionales de diferentes especialidades como rehabilitación, fisioterapia, terapia psicológica, medicina general e intervencionistas, se puede llegar a curar, pero siendo conscientes de que se puede tratar de un periodo muy largo de tiempo.
¿Cuál es el tratamiento?
Al tratarse de una enfermedad con una alteración neurovegetativa, lo más importante es intentar evitar el dolor y reducir el nivel de excitación cortical para que haya un reconocimiento de la lesión y activar la fase de regeneración.
La información de la zona dañada llega a la médula desde donde se envía la información al cerebro que emite la respuesta correspondiente. En el síndrome de Sudeck, el principal trastorno de la información se genera a nivel medular, por eso es importante primero tratar a nivel central, es decir, si la distrofia está en un pie, primero se trata la zona lumbar a nivel L4, L5 y zona del sacro, que es donde están los niveles medulares.
Los tratamientos pueden ser:
- Tratamiento psicoterapéutico: es importante controlar el dolor. Al ser una enfermedad crónica puede llegar a provocar ansiedad, depresión e insomnio. En ocasiones puede llegar al aislamiento social. Por eso el paciente debe estar motivado y practicar técnicas de manejo del dolor.
- Tratamiento fisioterapéutico: que emplea diferentes métodos como:
- Cinesiterapia: mejora la funcionalidad y rango articular.
- Hidroterapia: mejora sobre todo en afectación de miembros inferiores, los dolores y espasmos musculares.
- Masajes: el drenaje linfático manual disminuye el edema que provoca la lesión.
- Tratamiento térmico de frío y calor.
- Diatermia: mediante esta técnica se aplica corriente de alta frecuencia que penetra en las capas más profundas produciendo un efecto térmico a nivel celular. Tiene un efecto antiinflamatorio, relajante, sedante y estimula el metabolismo local.
- Ejercicio físico: debe ser suave, sin que produzca dolor. Mejora física y psicológicamente al paciente.
- Tratamiento farmacológico: con analgésicos, corticosteroides y cremas tópicas que ayuden a controlar el dolor.
- Tratamiento intervencionista: también se pueden inyectar medicamentos que bloquean las fibras de los nervios afectados, aliviando el dolor.
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