El médico de cabecera, médico general o médico de familia es el profesional sanitario que provee atención médica a pacientes de todas las edades en un centro de salud o en un consultorio. Este término hace referencia al ejercicio de la medicina como atención primaria, continua e integral y está presente tanto en medio rural como urbano.
Del médico general han partido otras profesiones sanitarias (farmacéutico, dentista, enfermero, cirujano, etc.) y, desde finales del siglo XIX, las diferentes especialidades médicas.
La Historia de la medicina general en España está documentada desde la Edad Media. El médico general, como heredero directo del chamán de la tribu, fue sumando saberes y habilidades de forma reglada para alcanzar en el siglo XIII el título de “físico” en el Fuero Real promulgado por Alfonso X el Sabio.
Las “igualas médicas”
En esta época fue muy importante el desarrollo de los gremios medievales, que contrataban médicos para atender a los miembros del gremio y a sus familias, lo que luego se denominaría “igualas médicas”, cuyo pago capitado dependía del número de gremialistas no de su estado de salud.
En el Renacimiento, los médicos de cabecera ya atendían a los pacientes en sus domicilios, en sus consultas e incluso en los hospitales; daban clase a estudiantes en las universidades; investigaban y podían realizar disecciones sobre cadáveres. De su control se ocupaba el Real Tribunal del Protomedicato, creado en 1477.
Durante el siglo XVIII hay constancia oficial de la figura del médico titular como profesional que trabaja en exclusiva para una ciudad o un pueblo, cobrando cada visita o asistiendo gratuitamente a pobres o presos. Eran duras condiciones que se mantuvieron durante el siglo XIX en el medio rural, con honorarios modestos que a veces se pagaban en especie o en servicios, dispersión de los pacientes, aislamiento profesional, y falta de recursos sanitarios.
El sistema de “igualas”, mencionado anteriormente, facilitó el desarrollo, a finales del siglo XIX y primeros del XX, de cientos de pequeñas mutuas y “cajas de enfermedades", similares a las ya existentes en Alemania de trabajadores y empresarios, que terminaron dando origen al Instituto Nacional de Previsión en 1908. Este fue el germen de una organización sanitaria que empezó cubriendo a parte de la población trabajadora, se transformó en 1978 en el Instituto Nacional de la Salud y ha terminado prestando servicio al conjunto de la población como Sistema Nacional de Salud.
La imagen actual del médico de cabecera se empezó a forjar en la década de los años setenta. Para ello, fueron fundamentales las recomendaciones de la Conferencia Internacional de la OMS de 1978 y el X Congreso de Médicos y Biólogos de Lengua Catalana, a partir de los cuales se produjo el verdadero despegue de una nueva concepción de la Atención Primaria.
A partir de aquí se fundó la Comisión Nacional de Medicina Familiar y Comunitaria, y en 1979 comenzaron los primeros residentes de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC) dentro del sistema MIR y de las Unidades Docentes de MFyC.
Sociedades científicas
En el último cuarto del siglo XX se intensificó el asociacionismo en atención primaria, creándose diferentes sociedades científicas, como la Sociedad Española de Medicina Rural, la Sociedad Española de Medicina Familia y Comunitaria o la Sociedad Española de Medicina General (SEMG) actualmente denominada Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
Fundada en 1988, el objetivo de la SEMG es “el mejor y más adecuado desarrollo científico, investigador y profesional de la Medicina General y de Familia y de los profesionales que la ejercen, todo ello puesto al servicio de la población para garantizar la salud y la calidad de vida de los pacientes”.
En Nara, a través del Plan Vida Sana, ponemos a disposición de nuestros clientes un servicio de atención telefónica para una primera orientación médica, disponible sin coste los 7 días de la semana, las 24 horas del día. Con este servicio tendrás la tranquilidad de una primera valoración para aconsejarte sobre tu estado de salud, valora la gravedad o urgencia de la situación y necesidad de acudir a la atención médica presencial. Está incluido en todos nuestros seguros familiares, individuales, infantiles y senior.