La parálisis de Bell, conocida como parálisis facial periférica aguda, es un problema nervioso que afecta a los músculos de la cara. No guarda relación con un accidente cerebrovascular. Generalmente afecta a un solo nervio del par facial y solo a un lado de la cara, produciendo debilidad o parálisis de los músculos del lado afectado e impidiendo que el párpado cierre correctamente y que la boca esté asimétrica al sonreír.
Se desconoce la causa que provoca la parálisis, pero se cree que puede ser el resultado de una inflamación del nervio que controla ese lado de la cara o que sea una reacción a una infección vírica ya curada como por ejemplo el Herpes Zoster. Puede ocurrir a cualquier edad pero, lo más generalizado, es que afecta solo a personas adultas con diabetes, mujeres embarazadas o con antecedentes familiares de parálisis de Bell. Otras de las causas que podrían estar relacionadas con Infección por HIV, enfermedad de Lyme, infecciones de oído medio y sarcoidosis (inflamación de los nódulos linfáticos, pulmones, hígado, oídos, piel u otros tejidos).
¿Cómo se cura la parálisis de Bell?
No existe tratamiento para la parálisis de Bell y en la mayoría de los casos desaparece por sí sola a las 2 o 3 semanas de la aparición de los síntomas. Son menos los casos en los que los síntomas no remiten del todo.
Para aliviar los síntomas de la parálisis de Bell se pueden administrar gotas oftalmológicas para lubricar el ojo afectado bajo prescripción de un oftalmólogo. También se pueden recetar medicamentos tipo corticosteroides como potente antiinflamatorio.
El fisioterapeuta puede ayudarnos y enseñarnos a masajear y ejercitar los músculos faciales e intentar prevenir que los músculos afectados se puedan acortar y, solo en los casos donde no se haya corregido el problema del nervio facial, podría ser necesaria la operación quirúrgica de tipo estético para dejar el rostro más parejo como, por ejemplo, levantar la ceja, el párpado, implante facial o injertos de nervio.
¿Cuánto tiempo tarda en recuperarse de una parálisis facial?
Normalmente, la parálisis de Bell desaparece por sí sola en 1 o 2 meses y en el 70% de los casos la recuperación total puede durar hasta 4 meses. El 30% de los pacientes puede tener complicaciones y, de ellos, un 5% pueden quedarse con secuelas importantes, afectando, en muchos casos, a la calidad de vida debido al impacto psicológico de verse con la cara desfigurada.
Las posibilidades de una recuperación total mejoran con un tratamiento de esteroides y el tiempo dependerá del grado de daño que tenga el nervio facial. Cuanto más tarde en recuperarse, más duraderos serán sus efectos, como los movimientos faciales incontrolables o el lagrimeo de ojos.
¿Qué síntomas aparecen en la parálisis de Bell?
Cuando una persona sufre una parálisis de Bell aparecen una serie de síntomas que afectan a un lado de la cara y que alcanzan el punto máximo a los dos días de su inicio. Estos síntomas son:
- Caída de un lado de la cara, haciendo que se vea asimétrica
- Pérdida de la expresión facial
- Espasmos
- Dificultad para comer y beber
- Problemas para hablar
- Pérdida total o parcial del gusto
- Dolor de oído
- Zumbido de oídos
- Dolor de cabeza
- Sensibilidad al ruido
- Problemas para cerrar los ojos
- Ojo seco
- Adormecimiento de oído, lengua o cara
- Disminución de producción de lágrimas y saliva
¿Qué cuidados hay que llevar en casa?
La persona con parálisis facial debe seguir una serie de cuidados en casa.
- Cuidados del ojo: evitar que el ojo se seque. Al no poder parpadear ni cerrar el ojo, puede dar lugar a llagas y problemas graves de la vista y, para ello, es importante protegerlo y mantenerlo húmedo. Se pueden aplicar gotas lubricantes por indicación médica, cerrar y abrir el párpado con la ayuda de un dedo de manera frecuente a lo largo del día, utilizar gafas durante el día y por la noche colocar un parche que nos cubra el ojo.
- Cuidados de la boca: buena higiene bucal con cepillado de dientes y uso de seda dental para evitar que la comida se quede entre los dientes por la falta de salivación, lo que puede dar lugar a caries y problemas de encías. Masticar bien y despacio los alimentos para prevenir problemas al tragar. Además, se recomienda el consumo de alimentos blandos, suaves y fáciles de deglutir.
- Ejercicios faciales: a medida que el nervio facial se va recuperando, se recomienda hacer ejercicios sencillos como tensar y relajar los músculos faciales para fortalecerlos y facilitar su recuperación, así como realizar masajes en la frente, mejillas y labios.