La hiperhidrosis es la afección por la cual una persona suda en exceso y de manera impredecible. Se trata de una sudoración anormal y excesiva que no suele relacionarse con el calor o el ejercicio por lo que, puede aparecer con una temperatura fresca y en reposo y puede llegar a empapar la ropa o gotear las manos.
Este problema puede afectar a las palmas de las manos, axilas, cara y pies, y suele presentarse en la infancia y adolescencia.
La sudoración puede llegar a ser tanta que impide manipular documentos u otros objetos así como realizar ciertos trabajos manuales, lo que conlleva a interrumpir las labores normales y diarias ocasionando ansiedad, vergüenza y dificultad para relacionarse con los demás, en especial, durante la edad adulta.
Causas de la hiperhidrosis
La hiperhidrosis es el aumento de la sudoración de determinadas zonas del cuerpo debido a un aumento de la secreción de las glándulas sudoríparas.
Se desconoce la causa de la hiperhidrosis pero, una de ellas podría responder a una hiperactividad de estas glándulas como consecuencia de una hiperestimulación nerviosa, lo que daría lugar a una respuesta de excesiva sudoración. Muchos pacientes se ponen nerviosos cuando detectan que van a sudar y responden con una mayor sudoración.
Otras causas podrían responder a ciertas enfermedades, tumores o diferentes hábitos o momentos en la vida de los pacientes.
La hiperhidrosis puede provocar incapacidad laboral y social y afecta al 1% de la población, siendo la mitad de carácter hereditario.
Tratamientos para la hiperhidrosis
Existen diferentes tratamientos que ayudan a revertir la hiperhidrosis. Lo primero es descartar que haya alguna enfermedad que agrave la situación.
- Tratamiento médico:
- Toxina botulínica: bloquea las glándulas sudoríparas reduciendo la sudoración. No es una solución permanente pero es útil, sobre todo para la hiperhidrosis palmar y axilar.
- Iontoforesis: a través de una corriente eléctrica de baja potencia cierra las glándulas sudoríparas de manera temporal y es útil en la hiperhidrosis palmo-plantar y axilar.
- Antitranspirantes con cloruro de aluminio.
- Cremas con glicopirrolato, útiles para la hiperhidrosis de cara y cabeza.
- Antidepresivos. Algunos medicamentos de este tipo, además de disminuir la sudoración, ayudan a reducir la ansiedad que la hiperhidrosis provoca en las personas afectadas.
2. Tratamiento quirúrgico:
- Extracción de las glándulas sudoríparas cuando no responde a tratamientos conservadores. Se trata de una técnica mínimamente invasiva.
- Cirugía del nervio simpático. Procedimiento por el cual el cirujano pinza, corta o quema los nervios de la columna que controla la sudoración de las manos, pero puede originar una mayor sudoración en otras zonas del cuerpo.
Es importante y aconsejable tomar ciertas medidas preventivas ante el exceso de sudoración como evitar ropa ajustada, usar ropa de tejidos naturales como el algodón y, sobre todo, cuidar la higiene corporal.
Síntomas claros de hiperhidrosis
Los síntomas más destacados son una sudoración excesiva, humedad, mal olor y sobreinfección de la piel.
Aunque las zonas más comunes son las manos, las axilas y las plantas de los pies, también puede aparecer en el torso, abdomen, espalda, cara y cuero cabelludo.
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