Las quemaduras son daños en los tejidos producidos por líquidos calientes, sol, fuego, sustancias químicas, electricidad, vapor o cualquier otra causa. Las quemaduras leves o de primer grado son aquellas que presentan enrojecimiento superficial de la piel, causando dolor y, en muchos casos, aparición de ampollas.
El tratamiento para curar una quemadura consiste en:
- Sumergir la zona afectada en agua fría o simplemente dejar correr el agua sobre ella durante unos 5 a 30 minutos. También ayuda a aliviar el dolor la aplicación de una toalla limpia, húmeda y fría.
- Una vez seca la zona, cubrirla con un vendaje estéril y seco o un apósito limpio.
- Proteger la quemadura de fricciones o presiones.
- Tomar analgésicos que alivien el dolor y la inflamación.
- Una vez que la zona esté fría, se puede aplicar una loción que contenga aloe vera y, si es preciso, antibiótico, pero siempre bajo prescripción médica.
- No romper la ampolla en caso de aparición, para evitar el riesgo de infección puesto que el líquido que se genera en el interior protege a la lesión de bacterias.
- En caso de ser quemaduras por productos químicos, se debe identificar el producto causante y contactar con el Instituto Nacional de Toxicología llamando al teléfono 915620420.
Estas quemaduras suelen curarse en 3-7 días sin dejar cicatrices.
Remedios caseros para quemaduras
En el caso de sufrir una quemadura de primer grado o leve, podemos aliviar el dolor y refrescar la zona aplicando:
- El gel de aloe vera: es el remedio natural por excelencia para las quemaduras menores y además facilita la cicatrización. Se puede aplicar la pulpa directamente cortando un trozo de hoja de esta planta sobre la piel lesionada.
- Árnica: las pomadas que contienen árnica ayudan a calmar las molestias de este tipo de quemaduras. Si además está fresca, de la nevera, el alivio es mayor.
- Manzanilla: una vez hecha se enfría en la nevera y se rocía en la zona quemada o se aplica con una compresa. Tiene un efecto calmante.
Hay que tener presente lo que NO debemos hacer ante una quemadura leve:
- NO aplicar aceite, mantequilla, hielo, crema de dientes, etc.
- NO respirar, toser ni soplar sobre la quemadura.
- NO tocar la piel quemada ni las ampollas con la manos sin lavar.
- NO retirar la ropa si se ha pegado a la piel.
- NO reventar las ampollas.
¿Cómo curar una quemadura con ampollas?
Una ampolla por quemadura es una capa de piel que se forma sobre un área quemada del cuerpo para protegerla de una infección. Por ello, cuando aparece una ampolla no debe reventarse ni dañarse pues es la forma que tiene el cuerpo de proteger la piel quemada o dañada mientras sana. Se trata de una barrera natural contra bacterias, reduciendo así el riesgo de infección.
Si la ampolla no es dolorosa, se mantiene intacta tapando y protegiéndola de posibles roces externos.
En caso de ser dolorosa, se extrae el líquido interno dejando la piel que la recubre intacta siguiendo unos pasos:
- Hacer un buen lavado de manos con agua tibia y jabón
- Desinfectar la ampolla
- Desinfectar una aguja fina
- Pinchar con la aguja varios puntos de la ampolla cercanos al borde con la piel
- Dejar que drene el líquido sin romper la piel de la ampolla que quedará luego pegada a la quemadura
- Aplicar una gasa con un poco de vaselina
- Cubrir la zona
- Revisar diariamente que no haya infección
- Una vez cicatrizada, la piel muerta se retira
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