El impétigo es una infección cutánea muy contagiosa que afecta principalmente a los bebés y a niños pequeños.
De manera general, se manifiesta mediante la aparición de llagas rojas en la cara, sobre todo alrededor de la nariz y la boca y en las manos y pies.
Pasada una semana desde su inicio, las llagas se rompen y se producen costras de color miel.
No suele presentarse fiebre, la evolución es buena y se suele tener un buen estado general. Se produce una erupción en la piel que comienza en un punto determinado y luego se disemina por otras zonas por el rascado y alivio del picor.
También puede producir inflamación de los ganglios próximos a la zona afectada.
Causas del impétigo
El impétigo está causado por bacterias estreptococos o estafilococos.
La piel contiene muchos tipos de bacterias y, cuando hay una ruptura en la piel, las bacterias pueden ingresar en el cuerpo y multiplicarse allí. Esto causa inflamación e infección.
La ruptura de la piel puede ser causada por un traumatismo o una lesión o una mordida de insectos, animales o humanos.
El impétigo se puede propagar a otras personas. Se puede contraer la infección a través de alguien que la tenga si el líquido que supura de las ampollas en la piel entra en contacto con una zona abierta a la piel.
Tipos de impétigo
Los tipos de impétigo existentes pueden ser:
- Impétigo ampolloso: provocado principalmente por el staphylococcus aureus. Tiene capacidad para producir ampollas en la piel debido a la producción de una toxina que rompe las uniones entre las células.
- Impétigo no ampolloso o contagioso: producido por el streptococcus pyogenes y no produce ampollas ni vesículas, sino que aparecen pequeñas heridas-erosiones en la piel y la formación de una costra amarillenta con aspecto de miel que se puede extender a otras localizaciones tras el rascado o la autoinoculación.
Tratamiento para el impétigo
El impétigo se trata con cremas o ungüentos que contienen mupirocina, un antibiótico que se aplica sobre las llagas dos o tres veces al día durante 10 días. Previamente se debe sumergir en agua tibia la zona afectada o aplicar paños húmedos durante unos minutos. Después, se seca bien dando suaves golpecitos y se retiran con cuidado las costras para que el antibiótico pueda penetrar bien en la piel. Se debe colocar un apósito antiadherente en el área afectada para evitar que se propaguen las llagas.
Es importante terminar el tratamiento aunque las llagas hayan cicatrizado.
En ocasiones es necesaria la ayuda de antibióticos orales.
¿Cómo prevenir la infección por impétigo?
Al tratarse de una infección causada por una bacteria que ingresa a través de la piel, la mejor manera de evitarla es prevenir las heridas en la piel.
Si se produce una herida, se debe limpiar bien la zona con agua y jabón y aplicar crema antibiótica hasta que se cure.
Para evitar la propagación del impétigo se debe evitar el contacto cercano con otros niños hasta que el sarpullido desaparezca o mejore. En caso de entrar en contacto con la erupción, se debe asegurar un buen lavado de manos y piel expuesta con agua y jabón. Debe separarse la ropa del niño con la del resto de la familia.