El Helicobacter pylori (H pylori) es una bacteria muy frecuente y presente en la mayoría de la población, que puede infectar el estómago y provocar úlceras estomacales. También puede causar gastritis y cáncer de estómago.
A pesar de que es una bacteria que puede presentarse en la mayoría de personas del mundo, no suelen darse cuenta porque no enferman ni presentan síntomas.
En caso de darse la infección por Helicobacter pylori, suele presentarse durante la infancia y, algunos de los síntomas posibles son:
- Dolor o ardor en el estómago
- Náuseas
- Falta de apetito
- Sensación de saciedad
- Eructos
- Reflujo
- Hinchazón
- Pérdida de peso
- Heces con sangre o de color negro
- Vómitos con sangre o de color negro
¿Es contagiosa la enfermedad del helicobacter pylori?
La enfermedad por Helicobacter pylori se transmite de persona a persona por contacto directo con la saliva, vómito o heces y, también, a través de alimentos o agua contaminados.
Por ello, la mejor forma de prevenir su contagio es beber siempre agua potable, tener cuidado con los alimentos que consumimos y cómo los preparamos y lavarse las manos bien y con frecuencia, especialmente antes de comer y después de ir al baño.
¿Cómo afecta al estado de ánimo el helicobacter pylori?
Se cree que los problemas y enfermedades digestivas están asociadas en muchos casos al factor emocional, como ansiedad, estrés o depresión. Esta bacteria podría afectar al estado de ánimo de la persona que presenta una enfermedad digestiva grave o crónica, como la gastritis crónica, que se piensa que puede tener un impacto negativo en la calidad de vida y llegar a desencadenar trastornos de ansiedad o irritabilidad.
No obstante, aunque hay evidencias que sugieren cierta relación entre esta bacteria y la ansiedad, aún no hay estudios suficientes que puedan establecerla como causa cierta y definitiva, ya que la ansiedad puede ser influenciada por múltiples factores.
Tratamientos del helicobacter pylori
Para confirmar que la infección es causada por esta bacteria se realizan pruebas diagnósticas antes y después del tratamiento, para asegurarse de que se haya eliminado por completo. Las pruebas pueden ser mediante una muestra de heces, de sangre, de aliento o mediante una endoscopia superior.
La infección por Helicobacter pylori se trata con varios antibióticos al mismo tiempo, ya que es una bacteria difícil de erradicar y que puede hacerse resistente al antibiótico. También se suelen incluir en el tratamiento medicamentos que ayuden a curar el estómago como, por ejemplo, inhibidores de la bomba de protones, subsalicilato de bismuto o bloqueadores de la histamina.
Como tratamiento de elección en primera línea son la terapia cuádruple concomitante durante 14 días o la terapia cuádruple con bismuto durante 10 días.
Como tratamiento de segunda línea se recomienda una pauta cuádruple con levofloxacino, amoxicilina y bismuto durante 14 días.
La dieta que se debe seguir tiene que ser equilibrada y, al poder producir gastritis, se recomienda que sea baja en grasas, azúcares y harinas refinadas, y libre de picantes, de café, bebidas gaseosas, alcohol y tabaco.
Si no se realiza el tratamiento adecuado, la bacteria se mantiene en el organismo durante toda la vida.