Dormir bien tiene efectos muy positivos en nuestro organismo. Cuando el cerebro está descansado y la producción de hormonas equilibrada, la memoria funciona mejor, incrementando la imaginación y la creatividad.
Un buen descanso protege también el corazón -el insomnio incrementa los niveles en sangre de las hormonas del estrés, aumentando la tensión arterial, la frecuencia cardíaca e incluso el colesterol-; ayuda a perder peso -las células grasas liberan menos leptina, la hormona supresora del apetito-; y reduce la depresión al facilitar la producción de melanina y serotonina.
En definitiva, un sueño reparador y de calidad nos hace estar más sanos, logrando que nuestro organismo se regenere y pueda luchar con eficacia contra gérmenes y toxinas.
Homeopatía para dormir mejor
En la búsqueda de soluciones para mejorar la calidad del sueño, la homeopatía puede ser una opción a tener en cuenta. Considerada por algunos como una pseudociencia, este método terapéutico, basado en la ley de la similitud, afirma que una sustancia que provoca determinados síntomas en una persona sana, en muy pequeñas cantidades (infinitesimales) es capaz de curar los mismos síntomas en personas enfermas.
Al tener un enfoque personalizado, los homeópatas tratan no solo los síntomas físicos del paciente, sino también sus características emocionales, buscando identificar los desequilibrios que podrían estar contribuyendo a la pérdida de calidad en el descanso.
Tipos de insomnio y homeopatía para cada caso
- Insomnio de conciliación: se caracteriza por la dificultad de conciliar el sueño hasta pasadas 2 o 3 horas de estar en la cama. Para este tipo de insomnio, los medicamentos homeopáticos indicados serían, por ejemplo, coffea cruda, china y arsenicum album.
- Insomnio de mantenimiento: dificultad para mantener el sueño a lo largo de la noche. Puede manifestarse con despertares frecuentes o con la imposibilidad de volverse a dormir tras un despertar. Los más utilizados nux vomica, kali carbonicum, thuja y kali phosphoricum.
- Insomnio de despertar precoz: aparece cuando la persona se despierta antes de que suene el despertador o de la hora esperada. En este caso, el homeópata puede prescribir aurum, staphysagria, nitricum acidum o sulfur, entre otros.
También podemos hablar de insomnio mixto, cuando aparecen conjuntamente dos de los tres tipos de insomnio; e insomnio global, una alteración completa del sueño donde aparecen los tres tipos. Se trata del insomnio más grave porque el número de horas dormidas suele ser muy insuficiente.
Los trastornos del sueño son, asimismo, procesos asociados a la menopausia, al igual que los sofocos, los cambios del estado del ánimo, el aumento de peso, etc. Para esta etapa de la vida de la mujer pueden utilizarse aconitum, belladona, actea racemosa, valeriana, gelsemium, kali bromatum, etc.
El tratamiento homeopático debe ser prescrito por un médico homeópata y dispensado exclusivamente en farmacias. El farmacéutico te aconsejará acerca del tratamiento de síntomas leves de una enfermedad ocasional, mientras que, en caso de cronicidad, será el médico el responsable del tratamiento.