El síndrome de shock tóxico es una complicación de algunas infecciones bacterianas como las producidas por Staphylococcus aureus y Streptococcus del grupo A. Son situaciones poco frecuentes, aunque pueden llegar a ser mortales como consecuencia de un fallo de diferentes órganos.
Puede afectar a cualquier persona y a cualquier edad pero, sobre todo está asociado al uso de tampones durante la menstruación. También son susceptibles del shock tóxico las personas que se someten a una cirugía, heridas en la piel o después de dar a luz.
No existen pruebas específicas que diagnostiquen un shock séptico pero, dependiendo de la afectación, se pueden realizar pruebas específicas como análisis de sangre, orina, radiografías, punción de médula espinal, cultivos de mucosa vaginal o faríngea o un TAC, entre otras.
Los síntomas más frecuentes de un shock tóxico son:
- Confusión
- Alteración intestinal como diarrea, náuseas y vómitos
- Malestar general
- Dolor de cabeza
- Fiebre
- Dolor muscular
- Hipotensión
- Taquicardia
- Aumento de la frecuencia respiratoria
- Estado confusional
- Disminución de la orina
- Afectación renal y hepática
- Congestión de los ojos, boca y garganta
- Erupción generalizada
- Convulsiones
El tratamiento se basa en el aporte de líquidos por vía intravenosa, suministro de oxígeno y administración de medicación como los antibióticos que sean los más efectivos para dicha infección por vía intravenosa, así como otras medicaciones más específicas para bajar la fiebre, elevar la presión arterial, recuperar el fallo de órganos o los trastornos de la coagulación. En todo momento se controlarán las constantes vitales como tensión, temperatura, pulso, oxigenación y eliminación de líquidos por la orina.
¿Qué es el shock tóxico por tampones?
A finales de los años 70, se comienzan a conocer los primeros casos relacionando el shock séptico con el uso de tampones.
Se desconocen las causas exactas que lo producen, pero algunos estudios relacionan la capacidad de absorción del tampón y, el hecho de colocarse en la vagina, puede provocar una mayor concentración de oxígeno en la zona favoreciendo la producción de toxinas como son las bacterias de Staphylococcus y Streptococcus. De ahí la importancia que tiene saber adecuar la cantidad de flujo menstrual al grado de absorción del tampón y en ningún caso dejar pasar más de 8 horas sin cambiarlo.
¿Cómo prevenir el síndrome de shock tóxico?
En cuanto al uso de tampones, la prevención se basa en adquirir buenos hábitos de uso:
- Cambiar el tampón de manera regular cada 4-8 horas.
- No usar un tampón con capacidad de absorción superior a la necesaria.
- Asegurarse de haber retirado el tampón antes de colocar el siguiente y al final de la menstruación.
- No usar los tampones como medida preventiva antes de comenzar a menstruar. (Los tampones están diseñados para absorber flujo menstrual y no flujo vaginal.)
- Utilizar preferiblemente compresas durante algún momento del periodo menstrual como, por ejemplo, durante la noche.
- Asegurarse de la correcta colocación del tampón para no dañar la mucosa vaginal.
Hay que ser conscientes y tener en cuenta que se trata de una situación médica que aparece de forma súbita y que puede tener consecuencias graves e, incluso, mortales, y que por lo tanto requiere una asistencia médica de urgencia.