La nutrición ortomolecular busca mantener y mejorar la salud usando los nutrientes en su equilibrio óptimo.
Una nutrición adecuada es esencial para prevenir enfermedades. Las vitaminas, los minerales, aminoácidos, oligoelementos y ácidos grasos son imprescindibles para el funcionamiento adecuado del cuerpo humano.
Este enfoque nutricional parte de la base de que corregir desequilibrios o deficiencias nutricionales, es decir, ingerir los nutrientes en las cantidades correctas, ayuda al cuerpo a protegerse y curarse, permitiendo mejorar dolencias, controlar enfermedades y mejorar la salud en general.
Se puede aplicar a diversas condiciones médicas como alergias o problemas digestivos, de la piel y enfermedades crónicas como diabetes, entre otras.
¿Cuáles son las terapias ortomoleculares?
Hay que tener en cuenta que esta terapia no sustituye ningún tratamiento convencional médico, sino que es complementarlo, para mejorar la respuesta del organismo. Conviene ser aplicada por un especialista y siempre ha de ser personalizada para cada paciente.
Tras una evaluación clínica y bioquímica, la herramienta fundamental de esta terapia es la dieta, con recomendaciones nutricionales específicas y puede ser necesario el aporte de suplementación para corregir las posibles carencias de nutrientes. Con las pautas sugeridas se pretende proporcionar una nutrición óptima a las células con la ingesta adecuada y de calidad de proteínas, grasas insaturadas y carbohidratos, según los resultados obtenidos.
En general, se deben evitar ingerir azúcares, refinados, grasas saturadas y lácteos. Además, es recomendable seguir otras pautas como mantener ejercicio físico regular y descansar bien.
Los macronutrientes necesarios para nuestras células, según esta terapia, son:
- Vitaminas del grupo B, C y E
- Minerales como el calcio magnesio y potasio
- Oligoelementos como litio, cobre o manganeso, en cantidades muy pequeñas
- Aminoácidos como L-glutamina, L-arginina o L-carnitina
- Ácidos grasos esenciales como omega 3 y 6
Ejemplos de dieta ortomolecular para un menú
Los alimentos de esta dieta suelen ser densos en nutrientes y con bajo índice inflamatorio, evitando los procesados y aditivos artificiales.
Un ejemplo de dieta tipo:
- Desayuno: batido de espinacas y arándanos con semillas de chía y leche de almendra, añadiendo proteína vegetal y un huevo cocido.
- Comida: ensalada de hojas verdes con aguacate y semillas de calabaza y aceite aove.
- Cena: crema de calabacín con pechuga de pavo a la plancha acompañado de brócoli al vapor.
- Entre horas: una fruta, yogur o un puñado de frutos secos.
- Suplementación, solo si lo recomienda el profesional por déficit: omega 3 y complejo B en el desayuno, vitamina D3 y magnesio por la noche y antioxidantes.
Si te preocupa tu salud, en Nara queremos cuidar de ti. Nuestro Plan Vida Sana es perfecto para que puedas acceder a servicios como chat con especialistas, incluidos nutricionistas que te asesoren para saber qué dieta llevar en tu día a día. Además, nuestros seguros de salud familiares, individuales, infantiles y senior, cuentan con otras especialidades como psicología, cardiología o entrenador personal. Te permite resolver dudas sin tener que desplazarte y sin una cita previa Y tienes acceso a un amplio catálogo de servicios médicos relacionados con endocrinología y nutrición a precios especiales, en los mejores centros y clínicas.