El ácido fólico, también conocido como vitamina B9 o folato, es una vitamina hidrosoluble, es decir, que puede disolverse en agua, y es necesaria para todas las personas.
El ácido fólico ayuda al organismo al mantenimiento y formación de células nuevas, de ahí la importancia que tiene que las mujeres en edad fértil y las embarazadas tengan una cantidad suficiente de ácido fólico, para prevenir defectos congénitos graves medulares y cerebrales del bebé, como la espina bífida.
Además, es necesario para la replicación del ADN y, la deficiencia de esta vitamina puede dificultar la síntesis y la división celular repercutiendo principalmente en la médula ósea, donde se forman las células sanguíneas que, junto con la vitamina B12, desempeña un papel fundamental para la formación de glóbulos rojos consiguiendo, de esta manera, la prevención de diversos tipos de anemia.
También interviene en el desarrollo del sistema nervioso.
¿Qué produce la falta de ácido fólico?
La mayoría de los casos en los que hay déficit de ácido fólico no suele haber síntomas, siendo el diagnóstico a través de un análisis de sangre rutinario. Cuando esa carencia es mayor puede aparecer:
- Anemia macrocítica cuyo tamaño de los glóbulos rojos es grande y los síntomas son como los de cualquier tipo de anemia
- Aparición de llagas o aftas, molestias en la piel o boca o quemazón en la lengua
- Se asocia a enfermedades cardiovasculares
- Infertilidad
- Alteraciones psiquiátricas como la demencia, alteraciones de conducta o irritabilidad
- Durante el embarazo se asocia a bebés con labio leporino y paladar hendido, defectos en el tubo neural como meningocele, espina bífida o encefalocele
- Retraso en el crecimiento
- Diarrea
- Cefalea
- Taquicardia
- Cansancio y debilidad
¿Qué contiene ácido fólico?
El ácido fólico se obtiene de los alimentos y, en caso de no ser suficiente, puede tomarse a través de suplementos dietéticos.
Los alimentos que contienen ácido fólico son:
- Vegetales de hoja verde como las espinacas, grelos, coles, lechuga, espárragos verdes y brócoli
- Frutas como los cítricos, melón, plátano, fresas, pomelo y papaya
- Leche y huevos
- Aguacate
- Frutos secos como almendras y cacahuetes
- Hortalizas como zanahoria, tomate y remolacha
- Cereales como semillas de sésamo, quinoa y arroz integral
- Legumbres como lentejas, judías, guisantes y garbanzos
¿Cómo se debe tomar el ácido fólico?
Además de consumir alimentos ricos en ácido fólico, se puede obtener también a través de suplementos dietéticos o complementos vitamínicos que contengan ácido fólico, siempre bajo control médico.
La dosis diaria para una persona adulta es de unos 100 a 300 microgramos al día. Durante el embarazo y edad fértil, la OMS recomienda consumir diariamente entre 600 y 800 microgramos de ácido fólico.
El consumo excesivo de ácido fólico no suele producir toxicidad porque, al ser hidrosoluble, se elimina por la orina y no se acumula en los tejidos. Pero hay que tener cuidado con la toma de suplementos de ácido fólico, pues un exceso (más de 1000 microgramos al día), puede tener consecuencias graves para la salud, como el bloqueo de absorción de zinc, enmascaramiento de vitamina B12 o, según relatan algunos estudios, la aparición de anormalidades neurológicas e, incluso, propiedades cancerígenas.
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